Desde CECOBI, Confederación del comercio de Bizkaia, debido a la falta de respuesta, tras las reiteradas solicitudes realizadas al Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco de una reunión para trasladar las principales inquietudes de los más de 15.000 empresas y autónomos asociados, planteamos con urgencia algunas de las medidas que consideramos imprescindibles para evitar el posible cierre de un importante número de establecimientos comerciales:
1. Se necesitan mensajes de máxima claridad, compartidos por la Administración y confederaciones de comercio, sobre protocolos de seguridad.
Con toda probabilidad los nuevos protocolos y exigencias de carácter preventivo que deberán afrontar los establecimientos, además del impacto económico que supondrán para ellos, requiere de Se precisa una planificación adecuada que permitan una apertura con garantías, tanto para las personas trabajadoras como para las personas consumidoras, desde el primer día.
Además, con ello, debido a la falta de criterios claros y precisos, se evitarían compras sin contraste de EPIs y de otros elementos de seguridad como consecuencia del “bombardeo” de ofertas que están recibiendo los establecimientos.
2. Es de absoluta importancia que los auténticos representantes del sector, a través de sus confederaciones, formen parte de la definición de ayudas y protocolos de seguridad que deben aportarse antes de las aperturas de los comercios, garantizando incluso, con carácter prioritario, el acceso a test previos a la reapertura como medida que permita evitar cualquier posible contagio.
3. El reinicio de la actividad debe ir acompañado de un plan económico de choque orientado a ayudas directas a los comercios, que permitan a hacer frente a necesidades económicas inmediatas que deberán afrontar.
Resulta prioritario que las partidas propias del Departamento se adecuen de modo que puedan ser destinadas a programas de ayuda directa a las asociaciones de comerciantes, sus agrupaciones y federaciones y a los propios establecimientos comerciales para su sostenibilidad económica y para la implementación de las medidas de seguridad que sea necesario concretar para el sector.
En este sentido, cualquier inversión de recursos sin relación directa con las asociaciones y con los establecimientos comerciales y con planteamientos de medio y largo plazo, como es el caso de los programas formativos o e-commerce, deberían replantearse, ya que la urgencia exige que esas partidas sean destinadas en su integridad a ayudas directas para el sector como medida prioritaria.
4. Se hace necesario desarrollar campañas de sensibilización dirigidas a las personas consumidora subrayando la importancia social y económica del sector minorista, sustentadas en la implementación de medidas y protocolos que garanticen la salud y seguridad en esta pandemia.
Debe habilitarse con carácter de urgencia un “bono-comercio”, simultaneo al momento de las reaperturas, con el fin de reactivar el consumo canalizada a través, tanto en su diseño como en su ejecución, por las Organizaciones representativas del sector.
5. Solicitamos la suspensión o aplazamiento inmediata de toda campaña de rebajas de verano o en las que la publicidad agresiva se centre en reducciones comparativas de precios y exigimos, una vez más, que se recuperen las fórmulas y períodos originales de rebajas.
6. Exigimos que, al igual que ha ocurrido en Francia, se impida la competencia desleal de las grandes plataformas de distribución on-line y se impongan límites en las ventas, ciñendo las mismas a artículos de primera necesidad mientras dure el confinamiento.
7. Para ello, consideramos importante, como medida que coadyuve a su sostenimiento, habilitar una partida económica acorde con la situación de urgente necesidad a la que se verá abocado el sector comercial como consecuencia de la crisis económica que provocará el COVID-19.