Bilbao, 10 de febrero de 2022.- Nos hemos despertado con los datos de ventas en el comercio minorista de Euskadi recogidos por el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT), que reflejan un aumento del 3,6% en el conjunto de 2021 con respecto al año anterior e, incluso, un ascenso del empleo del sector en un 0,9%.
Lo que, a priori, son buenos datos, la realidad que viven los pequeños comercios de proximidad a los que representa CECOBI es bien distinta. Eso se debe a que el EUSTAT incluye subsectores que pueden desvirtuar el día a día de nuestro sector.
Desde CECOBI realizamos encuestas periódicas entre nuestras empresas asociadas y los resultados que nos ofrecen se alejan bastante de lo que nos dice el EUSTAT. Además, comparar el año 2021 con el 2020 no refleja una realidad, debido a que el 2020 fue catastrófico. Tuvimos los comercios cerrados durante dos meses y medio, fuertes limitaciones de movilidad… por lo que pedimos cautela a la hora de analizar los datos.
Sólo hay que pasearse por las calles de nuestros municipios y ciudades para darse cuenta de que la situación del comercio local sigue siendo muy complicada. Hemos asistido al finales del año pasado al cierre de comercios emblemáticos de Bilbao y Bizkaia, por la imposibilidad de hacer frente al aumento de los costes. Y no parece que esta pérdida de patrimonio comercial vaya a ser puntual. A medio plazo, creemos que la situación de nuestras tiendas y negocios no va mejorar, especialmente por las subida de precios que estamos soportando y que, de momento, no estamos repercutiendo en su totalidad a la clientela final.
A todo esto se suma una campaña de Navidad y de rebajas desastrosa. En octubre de 2021 teníamos esperanzas en poder salvar el año. Sin embargo, los primeros datos recogidos por CECOBI dejan entrever que estamos lejos de nuestras previsiones. El aumento de casos de la COVID-19 y las nuevas restricciones de movilidad han echado por tierra nuestras esperanzas.
No podemos olvidar tampoco el bajo Índice de Confianza del Consumidor. Desde la patronal del comercio de Bizkaia hemos detectado que existen muchas incertidumbres en torno a las situaciones de continuidad laboral de las personas consumidoras y la evolución de la pandemia. Para muestra un botón: las entidades financieras han asegurado que disponen de más depósitos que nunca. La ciudadanía está ahorrando o gastando lo justo y, para el comercio, la falta de actividad no es una buena noticia.
Insistimos en que no es oro todo lo que reluce. Los bonos al comercio impulsados desde el Gobierno Vasco, la Diputación foral de Bizkaia y los Ayuntamientos han funcionado bien, pero creemos que son necesarias más soluciones de colaboración para lograr que el sector del comercio de proximidad a los que representamos dejen de ser el reflejo de una crisis económica y sanitaria que se está alargando demasiado.